Solvente

En el ámbito químico un solvente es aquella sustancia que tiene la capacidad de disolver. Es la parte de mayor cantidad en una solución y permite la dispersión del soluto, por lo que es el componente que establece el estado físico en la disolución.

Aquí es donde ocurre el proceso de solvatación, en el que las moléculas del disolvente rodean al soluto para propiciar su disolución. El solvente más habitual es el agua ya que tiene alta capacidad de disolución y por eso se le llama el solvente universal.

También se encuentran los orgánicos que se usan para eliminar contaminantes del líquido en gran proporción ya que actúan como agentes de limpieza.

Tipos de solvente

De acuerdo a su composición molecular existen solventes polares (próticos y apróticos) y no polares (apolares). Los del primer tipo, contienen moléculas con polos positivos y negativos distanciados que interactúan de forma electrostática entre cada dipolo. El agua y los alcoholes de bajo peso son ejemplos de este tipo.

Se clasifican en:

  • Disolventes polares próticos: tienen un enlace OH o uno NH que forman un puente de hidrógeno en sus polos. Entre ellos está el agua (H-O-H), el ácido acético (CH3-CO-O-H) y el etanol (CH3-CH2-O-H).
  • Disolventes polares apróticos: no cuentan con enlaces OH ni NH por lo que no ceden ni aceptan protones. Algunos de este tipo son: la acetona (CH3-CO-CH3), el acetonitrilo (CH3CN) y el tetrahidrofurano ((CH2)4O).

Con respecto a los apolares, se trata de sustancias orgánicas que debido a su distribución simétrica carecen de polaridad. Para conseguir la disolución se generan interacciones en los dipolos inducidos que se encuentran dentro de la configuración geométrica de la molécula.

El dietiléter ((C2H5)2O), el ciclohexano (C6H12) y todas las cetonas son disolventes apolares. Ambos tipos tienen la particularidad de estar en composición pura, simples con ciertas impurezas o mezclados según el uso que vayan a tener.

Función de los disolventes orgánicos en el tratamiento de aguas

Los solventes orgánicos pueden disolver la materia prima o desechos residuales presentes en el agua. Se trata de compuestos que se pueden usar solos o combinados con otros para dispersar la suciedad como agente tenso-activo limpiador.

La técnica de tratamiento es la extracción con solventes, que consiste en separar o retirar contaminantes orgánicos de las aguas residuales. Aunque este proceso no los destruye, si los concentra para su posterior eliminación con otra técnica de purificación.

Durante el proceso, la corriente del líquido se hace pasar a través de adsorbentes y las partículas de desecho quedan atrapadas en su superficie.

Tal es el caso de los sistemas de carbón activado, que atraen los sólidos y gases ya que son un material poroso que funciona según el tamaño de las partículas a eliminar.

Los agentes adsorbentes que se utilizan son:

  • De superficie microporosa: que están diseñados con un tamaño de orificio menor a 2 nanómetros y retirar partículas muy pequeñas.
  • Las mesoporosas: para tamaños que varían entre 2 y 50 nanómetros que eliminan sólidos regulares.
  • De material macroporoso: que manejan dimensiones mayores a 50 nanómetros, las más comunes entre 200 y 2.000 nanómetros.

Gracias a los solventes se separan los desechos del agua y se reduce la cantidad de sólidos disueltos que afectan su calidad.