Un mineral es un compuesto natural inorgánico de estructura interna cristalina y en general, un cuerpo sólido. Es producido por procesos naturales a través de los años y suelen ser amorfos con contornos geométricos.
Están presentes en la naturaleza de formas muy diversas, desde un solo elemento como el azufre, plata, oro o cobre, hasta en forma de compuesto químico como el cuarzo, una combinación de silicio y oxígeno, o la carnotita que está formada de potasio, vanadio, hidrógeno y oxígeno.
De esta manera, las fuentes naturales contienen minerales que provienen del suelo donde se encuentran. Las que reposan en piedra caliza, yeso y dolomita contienen dureza que, aunque no afectan a la salud, deben ser eliminadas para su potabilización.
Sin embargo, el agua mineral proviene de manantial y emerge a la tierra con propiedades naturales de pureza, lo que la hace apta para el consumo.
Característica del agua mineral
Compuesta por calcio, magnesio y sodio en proporciones adecuada para el consumo, el agua mineral conserva su estado natural. Se envasa tal cual está en la naturaleza, por lo que no necesita tratamiento de desinfección ni un sistema de filtración.
Aporta los minerales esenciales y oligoelementos de composición constante en el transcurso del tiempo, que ayudan al funcionamiento del organismo y cubre las necesidades diarias de estos elementos.
Por su obtención de forma natural, la pureza que contiene no cambia ni se ve afecta por su extracción. Incluso transporta nutrientes en su composición original que favorecen la digestión y la eliminación de desechos del organismo. Es un agua libre de contaminantes.
Las principales características que se pueden detallar son:
- Provienen de fuentes subterráneas que no tienen contacto con elementos contaminantes, por lo que son puras de origen.
- No requieren de tratamientos de purificación químicos ni microbiológicos para su consumo.
- Mantienen su composición de minerales inalterada, por esta razón pueden conservar sus propiedades naturales por mucho tiempo.
- Depende de las fuentes de origen, cada agua presenta una composición de minerales única, lo que establece que ningún agua es igual a otra, y debe reflejarse en su etiquetado para que el consumidor elija la de su preferencia.
- No contiene calorías, por lo que es muy recomendada en una dieta equilibrada y para adoptar hábitos saludables.
- Son envasadas al pie del manantial. Para proteger su pureza, este proceso se debe hacer en condiciones extremas de asepsia.
Condiciones que debe cumplir para su consumo
Las aguas minerales deben cumplir con controles estrictos de calidad, tanto en las fuentes acuíferas desde su explotación, hasta en el envasado y traslado.
Para ser comercializadas, tienen que conservar ciertos requisitos de calidad y pureza, es decir, mantener una mineralización débil y que se encuentren completamente alejadas de elementos contaminantes.
Su composición se debe a un lento proceso de equilibrio natural entre la lluvia filtrada por las rocas y sus compuestos esenciales. Por esto, no es necesario cambiar sus condiciones, ya que cada fuente cuenta con propiedades adecuadas para conservar su originalidad, como la temperatura, profundidad y tiempo de permanencia.
En general, el agua más sana para el consumo es la de manantial y las empresas deben garantizar sus condiciones originales de pureza.