Desinfección

El uso y consumo del agua por los seres humanos requiere diferentes fases de desinfección de la misma para que ésta sea inocua y que su utilización no cause ningún tipo de daño o enfermedad a las personas. Por esta razón, existen diferentes indicadores que ayudan a valorar la pureza del agua, tanto a nivel físico químico como a nivel microbiológico.

Ya sea que se trate del agua que consumimos diariamente o de aquella de la que hacemos uso en sitios públicos como en las piscinas, el agua debe pasar por un tratamiento básico de desinfección que ayude a disminuir su carga de bacterias, virus y hongos.

Así, entre los tratamientos más recomendables para desinfectar el agua se encuentra el uso del cloro como agente antimicrobiano que mantiene a raya la proliferación de agentes indeseables que pueden llegar a causar enfermedades como otitis o pie de atleta, entre otras patologías.

Desinfección del agua por cloración

La legislación de la mayoría de los países recomienda el uso de cloro para el tratamiento del agua como medida de primera línea frente a una emergencia, aunque combinado con otros tipos de tratamientos sirve como una estrategia rutinaria del control de microorganismos y otros agentes orgánicos e inorgánicos que pueden presentarse en el agua.

Es importante tener en cuenta que el método de cloración del agua para su purificación requiere que el agua a tratar sea clara, es decir, que no presente turbidez pues el exceso de materia orgánica puede dificultar la acción del cloro a la concentración regularmente recomendada.

En caso de encontrarnos en una emergencia y solo tengamos a alcance agua turbia, debe aplicarse inicialmente el método de la filtración del agua o la decantación para luego poder aplicar el método de cloración y potabilizar el agua.

Una de las ventajas de utilizar este método de desinfección es la posibilidad de que queden algunos patógenos presentes. Además, dependiendo de la cantidad de cloro aplicada al agua esta puede presentar un sabor ligeramente desagradable, lo que puede aliviarse dejando reposar varias horas el agua o agitando la botella contenedora del agua.

Entre las razones más importantes que motivan el uso de cloro como desinfectante es la forma sencilla en qué se aplica el agua y además lo económico que es este reactivo químico.

¿Cómo actúa el cloro en la desinfección del agua?

El cloro es un elemento químico altamente reactivo que agregado el agua en cualquiera de sus presentaciones produce ácido hipocloroso, un ácido débil que se disocia a hipoclorito. El cloro residual que surge como producto de la interacción entre el cloro, el agua y la materia orgánica es el componente activo que tendrá una función directa sobre la desinfección del agua.

El cloro actúa a nivel de las membranas celulares de los microorganismos alterando su composición química, lo que aumenta la rigidez de la membrana e impide el correcto funcionamiento celular, con lo que la muerte es inevitable.

Además, la reacción de los compuestos clorados con el agua altera el pH de la misma, lo que también incide sobre la actividad celular, especialmente cuando los rangos de pH son drásticamente alterados.